martes, 19 de enero de 2016

Caboblanco


¿Sabes esas personas que te abrazan como si te conocieran de otros tiempos? Pues así fue como nos conocimos en el plano físico; en el virtual, ya hacía un tiempo que habíamos conectado.

Me fascinan algunos tipos de personas desde la lejanía; mirar lo que hacen por las ventanitas que ellos dejan abiertas para que veamos algunas parcelas de su trabajo.

Pero tener la posibilidad de traerlos a Ndanka Ndanka, atreverme a escribirles y que ellos me respondan con un sencillo, fácil y sincero ¡Claro! ... Es increíble.

¡Y tenerlo aquí, finalmente! Para hacer todo lo que le pedimos. Primero Kamishibai, el cuento del niño que gritaba (como todos en estos últimos tiempos), luego unas canciones con su guitarra (hipnotizando a mayores y pequeños) y un poquito de papiroflexia...uuuuffff

¿Os imagináis a setenta personas que llegan excitadas, con sus hijos en brazos, desde bebés, hasta niños de diez años y que de repente se hace el silencio?.

 ¿Os imagináis las caras de los niños que iban comiendo terreno a Javier que en más de una ocasión pidió perspectiva?.

¿Os imagináis mi cara de felicidad al despedir a un ser tan mimosín como yo?.

 Creo que no podéis imaginarlo, por eso hago estas preguntas, que son pura retórica.

Hasta la próxima... Nos vemos en los parques. Y en cuanto a Javier, sólo espero que vuelva pronto.

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